jueves, diciembre 27, 2007

Roja está la vereda. Siete de la matina, tal vez haga calor al mediodía. Ochenta, ochenta y cuatro. Recogés un amigo y tenés un día normal. Tal vez algunas secas antes de hacer ejercicio. El día está en su climax y hace calor, qué calor. El colegio ocupa toda tu tarde. A la nochecita los colectivos son lugares cálidos, pequeños refugios durante la noche avanzada. Vacíos, paseandome por la ciudad. La ventana exhibe una película infinita que da placer mirar. Y toda la semana es igual, nos movemos todo el día. Gran cagada, pero tiene sus momentos. A veces no hay mujeres y uno se dedica a uno: mucha paja, mucho churro. Pero también se puede conseguir una. Las motivaciones cambian. Es así, un equilibro entre el egoísmo y el cariño. De lo contrario nos volveríamos locos.

miércoles, diciembre 26, 2007

electricidad

la bolsa, el miedo, el combustible, el tránsito, 31ª C, lácteos, semáforos, pavimento caliente, las palomas, el cielo surcado por los cables, la caja de luz, el zumbido, un hombre murió tras una violenta represión frente a la Casa de Gobierno, las moscas, la caca, el charco, la botella rota, un tacho de basura, CLIBA, el reflejo de un árbol seco en la zanja, PARE, el supermercado, los tubos de luz, el olor a jabón, la CNN, la anciana insultando al colectivero, los sismos, el caos, 7 horas 30 minutos 28 segundos, 7 horas 30 minutos 29 segundos, la emergencia, los muros pintados, los nombres de los candidatos y líderes bajo el puente, el puente (atrás el sol rojo que se va) y los postes de luz en la autopista, los diskettes, 01011101, almacenado, los cuídanos, la comunidad, el colectivo, nadie.

domingo, diciembre 23, 2007

Down Love's Tributaries, Morphine.

Calles invertidas bajo mis pies.
Camino despacio entre atmosferas de color café. Pareciera que todo el suelo se deshiciera entre los movimientos de mi cabeza. Siento como el eco se mueve entre mis manos, mi estomago y pecho. Pienso que debería llamarte, pero por un momento ni conozco la hora. 23:46 marca el teléfono y tengo dos llamadas perdidas: una tuya y otra de Pato. Sé que tengo monedas de más, pero tengo que saber elegir entre las consecuencias y los beneficios de mi inversión. Y llego a la parada. Decido que pasó muy poco tiempo como para llamarte y que lo arrunaría todo.
En el colectivo consigo un asiento junto a una vieja medio gorda. El olor puede entregarme. La música hace que no pueda estar realmente consciente de lo que pasa a mi alrededor. Hay grandes sonidos, pero ¿cuáles realmente interesan a la hora de proseguir? La vieja me mira de reojo cada tanto. Yo tengo los ojos abiertos y miro en blanco el asiento de adelante. El colectivo avanza rápido. ¿Saldré del cuelgue?
Todo es falso. Las calles se mueven por debajo del gran camión mientras la música oxida los caños y los ojos de la gorda. Me siento solo, nadie puede hablarme. Yo tengo que desenvolverme entre una atmósfera que yo mismo me busque con recelo. En la calle todo se mueve rapidísimo y nada tiene tiempo como para cobrar una importancia mayor a la de continuar el paisaje lineal. La iluminación opaca del colectivo ambienta mi viaje por un desierto estadounidense poblado de alienígenas, dogos y escopetas. Los demás pasajeros me inspiran un terror con sus indescifrables miradas. El sonido es constante y mi mente no siente.
Todo empieza a calmarse y parece que recupero el control. El tema se acabó .Me quito los auriculares y entiendo que si sigo escuchando música me voy a volver realmente loco.

Paja

para curiosos,
para deseosos:
paja libre,
egoista, un acto de compasión
humana y carnal
compasión personal
humana y carnal

esa olorosa paja seca
o húmeda, a veces

adolescente, sucia
transipirada, anciana y verde

paja viciosoa y entrecortada
de telegrama, masculina,
animal, sudada
escupida!

martes, diciembre 18, 2007

dibujitos

sonido enfrentador
tu mente desaparece
se enciende un puente en tu cerebro


salís del jardín
caminando a casa con la chica que limpia
6 cuadras hasta el almuerzo
charla sobre el funcionamiento de todo
mirando dibujitos toda la tarde
mirando toda la tarde
los dibujitos, merendando

son cinco minutos de viaje
para la vuelta a la vieja simpatía
el sonido más frío, desde las cajas de luz,
de los termotanques

que te
des
___enchufa

sábado, diciembre 15, 2007

¿Dónde estoy? ¿en Miami?
Me desperté entre super veredas,
y qué pasa, nada se mueve,
¿o será un temblor brutal?

Ya no necesito esas tucas,
para qué si ya floto sobre los Andes, gracias.
Será la suerte que se vuela entre las hojas,
nos deja solos, nos pregunta:
¿quién inventa las preguntas?
Es que a veces temo que estemos hechos,
sí, de preguntas, rojas, verdes, lisas, quebradas.

Y pienso en voz baja, grito en voz dejada
¿es que nadie le regalará sonidos a este poema?
Si yo vivo volteado por ellos, dónde están, no los leo.

¿No será todo romance un gran filo,
que se desliza por sobre el silencio, tiniéndolo
de rosa, rojo, negro, púrpura, que nos viola penosamente
mientras fingimos
sufrir? No, claro.

Pisada sobre la baldosa, de la calle, la baldosa encerada.

Pisas las baldosas, algunas flojas, si llovido salpicase.

Quiebra los postes el camino, el sol más frío de la tierra.

El fondo seco de la luz, su espacio hueco y sombra.

en casa

Queda poco

por hacer

queda nada

sobre la

mesa de

[luz]

sobre la

mesa de

en la

mesa de

[lámpara, cajón]

quedaron unas monedas sueltas

sobre la mesa de luz, un subtepass marcado, doblado

una tapa de lapicera, una moneda de cinco, un vaso.

Y es el reloj de la repisa quien detiene al cuarto en su viaje.

Pensamiento nudista

Ah... a la vista se van, ah, las sombras temblando.

Ah, pequeñas sonrisas en las épocas, pequeña rosa.

Ah, pingui, pang, las finas caídas de las cosas.

Ah...

Seré de viento, seré entre el viento lo erosionado,

Y ah... se van erosionando las personas, el viento fresco.

Van cambiando algunas cosas, ah, como las rosas.

Siento no haber podido estar tan cerca del sol,

no seré persona, soy un animal extraviado.

Crecen las plantas, despacito, bajo el cielo.

Ah... siento haber muerto, no estaba con vos.

Quemaban antes algunas impresiones:

lo olvidé todo, realmente, no tengo memoria.

No hay nada en esta vida más que viento y agua.

Tal vez solo exista mi cuerpo y no yo. Tal vez ese no soy yo.

Ah... miramos para arriba, solo somos el mundo que nos creamos.

Cómo se miraban los gatos, desconfiando celosamente,

felinos amigables sienten ah... la vida entre los planetas.

Y ah... estaré progresando, no entre la sangre ni el cemento...

estaré unido a la tierra y barro como si no lo estuviese.