Roja está la vereda. Siete de la matina, tal vez haga calor al mediodía. Ochenta, ochenta y cuatro. Recogés un amigo y tenés un día normal. Tal vez algunas secas antes de hacer ejercicio. El día está en su climax y hace calor, qué calor. El colegio ocupa toda tu tarde. A la nochecita los colectivos son lugares cálidos, pequeños refugios durante la noche avanzada. Vacíos, paseandome por la ciudad. La ventana exhibe una película infinita que da placer mirar. Y toda la semana es igual, nos movemos todo el día. Gran cagada, pero tiene sus momentos. A veces no hay mujeres y uno se dedica a uno: mucha paja, mucho churro. Pero también se puede conseguir una. Las motivaciones cambian. Es así, un equilibro entre el egoísmo y el cariño. De lo contrario nos volveríamos locos.
1 comentario:
Te voy a romper el hocico,pero en serio, fumetín
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