es la nochecita

y en las terrazas se asoman los chicos

prenden churros viendo la luna
con una sonrisa (de una oreja a la otra)

por adentro reconocen la mentira:
/
/
si, son refugiados de la tranquilidad
lamiendose las heridas con los ojos salidos
sentados en La Pampa crónica
/
entregando mi fruto, que es la efectividad de la realidad
haciendo funcionar esta maquinita
miro la luna, observando mi colocón

Es la bencedrina podrida/

Y sueño los ecos de una lata de tomates oxidada; en ella me desangro, gritando y escuchandome gritar.
Por eso, ecofractal, me largo a llorar, me largo a llorar, con tormenta a la tarde.
Suena a madera, suena a fuego y chispamadera en Uruguay:
calor, mientras afuera se vuela la tormenta de verano.

metételos en el culo

y ahora te vas
te tomas el avion
y yo me quedo, sentado en calzoncillos
pensando en los discos y los porros
las veces que me toque al lado del velador
y mi cama, y caigo: los ciclos, que ocurren, realmente

y cuantas veces en bolas, lloramos
frente a espejos, y somos lo mismo siempre
y esos discos: marce, cuca y julián, entre tucas púber
y tu marca, tu moldeo
estoy moldeado
lo dejaste moldeado
y tu matemática mental
dónde estaremos? cómo será? sin tu razón

ahora si
ROMPEME EL HOCICO
ahora, si, ahora que hace frío,
y es invierno,
que estoy entumecido,
que no siento.
ROMPEME EL HOCICO
cada cinco minutos,
rítmico, sin excusas,
quebrado
ahora teñí mi mirada,
ahora el peso de la cabeza es mayor,
el peso de las manos, las manos, es mayor.
ROMPEME EL HOCICO
SI!
encontrémonos en la calle,
nos vemos en la calle, nos concretamos ahí.
y me hablan de vos y entonces pienso en vos.
ROMPEME EL HOCICO!
otra vez.